Gracias a los acuerdos establecidos en la Convención del Metro de 1875, hoy el mundo cuenta con la metrología como una ciencia que sale de los laboratorios y se percibe en la cotidianidad de los ciudadanos y del comercio nacional e internacional. Esto, en virtud de poseer y aplicar un sistema de medición unificado, sólido y de ámbito global.

Venezuela participó en dicha convención, y junto a otros 16 Estados firmó el tratado que dejaría a la metrología como uno de los eslabones más importantes del ciclo productivo y comercial del mundo. Allí, los 17 miembros acordaron en esta fecha mostrar cada año los aportes de la metrología en los sectores social, de salud, farmacéutico, alimentario y comercial. En otras palabras, cada 20 de mayo se celebra el Día Mundial de la Metrología y las naciones presentan los avances e innovaciones de esta ciencia en las distintas áreas.

Este año el lema es “Mediciones que respaldan el sistema alimentario mundial” y busca crear conciencia en la humanidad y los gobiernos en torno a la producción y distribución de alimentos, de cara a las afecciones aparentemente inminentes por el cambio climático y la sobrepoblación mundial. Todo esto aunado a los desafíos que trajo la pandemia por el COVID-19, que resultó un reto para los gobiernos del mundo. Sin embargo, las autoridades globales en materia de metrología continuaron y fortalecieron sus funciones.

Una de las tareas de la metrología es facilitar el comercio. Por lo tanto, que los actores económicos mantengan actividades conexas a los organismos encargados de los controles metrológicos es fundamental para un ciclo comercial sano, transparente, inocuo y de calidad, especialmente en el sector alimentación. Adicionalmente, esto ayuda a cubrir las necesidades metrológicas desde el sector primario hasta la venta de productos terminados.

Actualmente, Sencamer, como organismo adscrito al Ministerio de Comercio Nacional y garante de la calidad en Venezuela, a través de la metrología y los demás subsistemas del Sistema Venezolano para la Calidad, se une a la celebración por el Día Mundial de la Metrología, impulsando acciones que beneficien al consumidor, principalmente en el sector alimentario.

En este orden de ideas, el Ejecutivo Nacional busca impulsar los sistemas productivos que reimpulsan la economía, transformando la materia prima en productos terminados. Todo esto, al margen de los controles metrológicos y de las normas y reglamentos técnicos aplicables en sus sectores.

La metrología en el sistema alimentario

La fecha es propicia para dar a conocer los alcances y la importancia de la metrología y su protagonismo ante los constantes cambios y avances que vive la economía global y la sociedad. Se trata de una ciencia que orienta a las buenas prácticas, a las mediciones exactas, a las transacciones comerciales transparentes y a darle mayor confianza al consumidor en la adquisición de productos de calidad.

Para Sencamer, la metrología y la alimentación van de la mano. El asegurar el acceso a alimentos inocuos y con el peso justo es una de las principales actividades que beneficia tanto al consumidor como a los actores involucrados en la elaboración de los mismos. En Venezuela, la metrología influye dentro del sistema alimentario en aspectos como: cantidad, almacenamiento, temperatura, envasado, empaquetado, distribución y calidad.

Los alimentos que se comercian son medibles según su masa y volumen y su impacto se detalla por las mediciones que se ejecutan: el volumen del grano que se comercia entre las regiones o las calibraciones de instrumentos de medición que garantizan que los productos preenvasados se etiqueten adecuadamente antes de su venta al público.

El Ministerio de Comercio Nacional y Sencamer celebran el Día Mundial de la Metrología honrando la labor de hombres y mujeres que día a día trabajan por el desarrollo y consolidación de la infraestructura de la calidad que se apoya en esta ciencia. Una misión de los metrólogos del país es garantizar la inocuidad de los alimentos que adquieren y consumen las familias venezolanas, en aras de fortalecer los procesos de los productores, empresarios y comerciantes que trabajan con miras al mercado de exportación, gracias a una producción de alimentos sana y justa que cumple con los controles metrológicos y por ende, con altos estándares de calidad estandarizados a nivel mundial.